Nos encontraremos en Luxemburgo para poner rumbo a Trier, a una hora de distancia. Esta pequeña ciudad nos dará la bienvenida con sus coloridas fachadas y animadas plazas. ¿Sabíais que es la ciuadad más antigua de Alemania?
Nuestro paseo por Trier comenzará atravesando la Puerta Negra, la entrada de estilo romano más grande del mundo. ¿Creéis que la piedra lució siempre de color negro? Nos adentraremos en el casco antiguo de la ciudad, y nos encontraremos con la histórica Basílica de Constantino. Construida en el año 310, el ábside alberga el trono del emperador romano.
Continuaremos en la Trier romana para descubrir el Anfiteatro, una construcción del siglo II. En él, se llegaron a realizar ejecuciones ante 20 mil espectadores. Además, podremos rememorar su forma de vida en las Termas de Santa Bárbara. ¡Son Patrimonio Cultural de la Humanidad!
Y de historia, a política. Entre las callejuelas de Trier hallaremos la Casa natal de Carlos Marx. Sus estancias, levantadas en 1727, reciben cada día a locales y visitantes para relatarles la historia del socialismo y el comunismo.
No podíamos irnos de la ciudad sin admirar uno de sus edificios más importantes: la Catedral de San Pedro. En su interior encontraremos altares, tumbas y muros originales del siglo X. Además, si bajamos las escaleras, tendremos la oportunidad de conocer al guardián del lugar. ¡Buscad en el pequeño rincón!
Para terminar el día, daremos un paseo por la Plaza del Mercado. Los puestos de flores y frutas quedan al cobijo de las coloridas casas que forman el lugar. Y, en el centro, la fuente de San Pedro. ¿Se os ocurre una estampa más original?
El recorrido incluye e pasaje de ida y regreso a la ciudad de Trier. Tras dos horas descubriendo Trier, dispondréis de otras dos horas para continuar explorando la ciudad por libre. Finalmente, la excursión acabará con nuestro regreso a Luxemburgo.